El murciélago vampiro está migrando a Estados Unidos, ¿por qué es un problema de salud pública?

A medida que cambian las condiciones climáticas, estas criaturas sedientas de sangre se desplazan desde América Latina hacia el norte, llevando consigo la amenaza de la rabia.
Closeup de murcilago vampiro en vuelo con las alas extendidas
La migración del murciélago vampiro, en parte debido al cambio climático, es una amenaza por la posibilidad de transmitir la rabia a otros animales.Samuel Betkowski/Getty Images

En 2010, un trabajador agrícola migrante de 19 años, procedente de México, llegó a una plantación de caña de azúcar de Louisiana como portador de un virus mortal. No lo sabía. Sus síntomas fueron leves al principio: fatiga, dolor en el hombro y entumecimiento en una de sus manos. Al empeorar su estado, fue ingresado en un hospital de Nueva Orleans.

Allí le subió la fiebre, sus pulmones se llenaron de líquido, sus pupilas se quedaron fijas y dilatadas, y pronto dejó de reaccionar. Los médicos sospecharon que tenía una inflamación en el cerebro y le hicieron un análisis que reveló la presencia de anticuerpos del virus de la rabia en la sangre. La enfermedad es casi siempre mortal en humanos si no se trata y, en este caso, ya era demasiado tarde para ello; el hombre murió poco después. Las pruebas post mortem revelaron que el virus estaba en su tejido cerebral y los médicos supieron más tarde que había sido mordido por un murciélago vampiro antes de salir de México.

El caso supuso la primera muerte por rabia en Estados Unidos provocada por un murciélago vampiro. Aunque esta especie no vive actualmente en dicho país, su territorio en Latinoamérica se ha ido expandiendo lentamente hacia el norte. Prosperan en zonas cálidas y húmedas donde las temperaturas no descienden por debajo de los 10 grados centígrados (50 grados Fahrenheit). Como las temperaturas promedio aumentan con el cambio climático, los expertos predicen que es probable que el murciélago vampiro común, o Desmodus rotundus, cruce la frontera sur de Estados Unidos en un futuro cercano. En los últimos años, se ha documentado la presencia de la especie a unos 50 kilómetros de Texas.

¿Qué tan peligrosos son los murciélagos vampiro para los humanos?

Un nuevo estudio publicado la semana pasada en la revista Ecography encontró una fuerte relación entre los cambios de la condiciones climáticas de los últimos 100 años y la expansión gradual de los murciélagos vampiro al hemisferio norte. “Prevemos que la invasión de esta especie al suelo estadounidense ocurra entre cinco y 20 años”, indica Luis Escobar, profesor adjunto de conservación de la fauna salvaje en Virginia Tech. Otros modelos climáticos también han predicho su traslado a las zonas meridionales de Texas y Florida. A medida que se extienda el territorio del murciélago, también lo hará la variante de la rabia que transmite.

Escobar considera que la rabia del murciélago vampiro no es necesariamente algo malo: ayuda a controlar su cantidad y eso beneficiaría al ecosistema en general. “La rabia reduce las poblaciones de murciélagos entre un 10 y 80%. Imagina que tuviéramos demasiados murciélagos vampiro porque no contáramos con este virus”, destaca. Como los murciélagos son animales sociales que suelen posarse juntos y formar colonias, la rabia se propaga fácilmente entre ellos. Pero la enfermedad nunca acaba con todos. “La rabia está presente en los murciélagos desde hace mucho tiempo”, observa.

El problema es cuando el virus se propaga a los animales domésticos o a los seres humanos. Muchas especies transmiten la rabia, como mapaches, zorros, zorrillos y perros. En Estados Unidos, los casos humanos son raros, solo de uno a tres al año. Pero cada vez más, el contacto con murciélagos es la causa principal; aunque la mayoría de ellos, incluso los que tienen rabia, en raras ocasiones muerden a las personas, pues solo atacan cuando se sienten amenazados.

Pero los murciélagos vampiro representan una nueva amenaza porque se alimentan de la sangre de otros animales. Sus víctimas habituales son el ganado y, ocasionalmente, mamíferos y aves salvajes. Con sus afilados dientes delanteros, hacen una pequeña incisión en la piel de su víctima y absorben una cucharadita o dos de sangre con la lengua. Las mordeduras no matan, pero si un murciélago vampiro es portador de rabia, la enfermedad acabará por hacerlo.

Los murciélagos vampiro son una amenaza concreta para la industria ganadera de América Latina. “Hay mucho ganado en las tierras donde viven”, comenta Toni Piaggio, bióloga investigadora del Centro Nacional de Investigación de la Vida Salvaje del Departamento de Agricultura de EE UU (USDA, por sus siglas en inglés), quien ha realizado análisis genéticos de murciélagos vampiro para confirmar su expansión hacia el norte. “Es probable que hayan sido capaces de sobrevivir en zonas donde antes no podían, porque los humanos introdujeron mucho ganado en el terreno”.

En México, la rabia del murciélago vampiro cuesta a la industria ganadera más de 46.7 millones de dólares al año, según un informe del USDA de 2020. Y está el riesgo para la salud humana. El ganado infectado contagia la rabia a las personas que entren en contacto con él. “Nuestra verdadera preocupación es que la gente se exponga a la rabia a través del ganado”, resalta Mike Bodenchuk, director en Texas de la división de Servicios de Fauna Salvaje del USDA y autor de ese informe.

El Programa Nacional de Gestión de la Rabia del USDA ha estado anticipando la eventual llegada del murciélago vampiro. Según un informe del gobierno publicado en septiembre, los agentes han inspeccionado 500,000 cabezas de ganado a la venta, así como en establecimientos de productos lácteos, instalaciones de engorde y ranchos de Arizona, Nuevo México, Texas y Florida desde 2016 en busca de indicios de heridas de murciélago vampiro. Hasta ahora, no se han encontrado tales. La agencia también ha llevado a cabo una campaña a ambos lados de la frontera para educar a los ganaderos y productores sobre la detección de mordeduras y signos de rabia.

Bodenchuk explica que las heridas suelen encontrarse alrededor del cuello o la cola. Como los animales siguen sangrando durante un tiempo después de ser mordidos, la sangre seca es una señal reveladora. Otros indicadores son neurológicos: el virus viaja hasta el cerebro y la médula espinal, por lo que el ganado infectado se desorienta y no consigue mover los cuartos traseros. Incluso llega a volverse agresivo y embestir a las personas.

Medidas preventivas contra la rabia por murciélagos vampiro en EE UU

En Estados Unidos, los ganaderos se están dando cuenta de la expansión del murciélago vampiro hacia el norte. “Esta especie preocupa mucho al sector agrario por su capacidad para transmitir enfermedades, herir al ganado y causar infecciones. La rabia es el problema más obvio debido al bienestar del rebaño y a la posibilidad de infectar a los humanos”, destaca Gary Joiner, vocero de la Oficina Agrícola de Texas. “Es una situación difícil que nos gustaría abordar lo antes posible, por lo que la vigilancia es fundamental”.

En América Latina, los gobiernos llevan mucho tiempo utilizando veneno para sacrificar a los murciélagos vampiro y evitar la transmisión de la rabia. Esto resulta eficaz en lugares donde aún no se ha detectado la enfermedad. Pero un estudio publicado en Science Advances a principios de este año descubrió que el envenenamiento sería contraproducente en zonas donde circula la rabia, porque los murciélagos supervivientes tienden a huir, llevando el virus más lejos.

En algunas partes de Latinoamérica, como Colombia y México, los ganaderos vacunan regularmente al rebaño contra la rabia. La empresa farmacéutica Boehringer Ingelheim fabrica una inyección, llamada Imrab, apta para perros, gatos, caballos, bovinos, ovejas y hurones. La compañía también produce una versión oral que se utiliza para inmunizar a mapaches y otros animales salvajes terrestres.

En Estados Unidos, vacunar al ganado contra la rabia no es habitual, pero quizá sea la mejor alternativa para evitar la propagación del virus una vez que lleguen los murciélagos vampiro. “No cruzarán la frontera por millones. Será un goteo lento durante un tiempo. Pero los terratenientes querrán considerar si vacunan o no a sus animales”, subraya Bodenchuk.

Algunos investigadores intentan desarrollar vacunas para los murciélagos. Un planteamiento consiste en aplicar una dosis gelatinosa a murciélagos salvajes capturados, que después serían liberados en sus hábitats naturales. Los animales ingerirían el gel y lo propagarían a otros de su colonia cuando se acicalaran unos a otros.

Pero Escobar sostiene que los esfuerzos por vacunar a los murciélagos deben realizarse con precaución. “No sabemos cuáles serán los efectos ecológicos de interrumpir la circulación de este virus en ellos”, subraya. Vacunar a los murciélagos significaría que habría más, porque la rabia no mermaría sus poblaciones. E incluso si no son capaces de contraer la rabia, seguirían siendo portadores de otras enfermedades transmisibles. Además, sus mordeduras continuarán representando una molestia para los ganaderos, porque debilitarían al ganado y lo harían vulnerable a otras infecciones.

Las pruebas de vacunas en la naturaleza también plantean cuestiones ecológicas para las especies de murciélagos que están en peligro. Aunque los murciélagos vampiro no se encuentran amenazados, otros sí lo están, y muchos de ellos son miembros útiles de sus ecosistemas. La mayoría son insectívoros que comen mosquitos y otras plagas agrícolas, o actúan como polinizadores y esparcidores de semillas.

“Tienen un papel importante, supongan o no un riesgo para la salud humana. Si nos deshiciéramos de todo lo que supone un peligro, no quedaría nada”, señala Piaggio.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.